Conseguir comida de la cesta básica en Venezuela, se ha convertido en una tarea cuesta arriba. Después de hora y media en autobús, Delvalle Rodríguez, doméstica del hogar, no encontró los alimentos que salió a buscar, hecho que ocurre constantemente en la mayoría de los hogares venezolanos en los últimos años.
Rodríguez vive en Caucagüita, un barrio ubicado en el estado Miranda, a una hora de Caracas. Ahí no se encuentra comida, ni en los mercados populares ni en los supermercados Bicentenario, establecimientos públicos administrados por el gobierno nacional.
En Venezuela se ha adoptado el término “bachaqueo,” haciendo referencia al bachaco, animal que siempre lleva una hoja en el lomo para su madriguera. Delvalle Rodríguez se refiere a que “tiene que bachaquear” cuando le toca, pero no para revender alimentos sino, ir de abasto en abasto, para conseguir comida.
Los productos de la cesta básica son los que más escasean y a los que el gobierno les coloca la etiqueta de “precio justo”, unos costos bajos que no se adaptan a la realidad económica venezolana. Esos productos son los que movilizan a los sectores C,D,E a buscarlos donde los encuentren, el día que les corresponde según el último número de la cédula de identidad.
Así como Del Valle Rodríguez busca en diversos establecimientos la manera de conseguir comida, existe la contraparte: “los bachaqueros”. Aquellas personas quienes compran alimentos y productos de primera necesidad, con miembros de su familia o conocidos, para luego revenderlos con un aumento de hasta 400%, lo que contribuye a la especulación de los productos básicos e incremento de la escasez.