Gremio de periodistas venezolanos residenciados en España se pronuncia ante la ruptura del hilo constitucional y la constante violación a la libertad de expresión en Venezuela.
Venezuela se extingue. Su Constitución no es respetada, tampoco las instituciones. El derecho al voto, tanto para elegir como para refrendar o revocar mandatos, ha sido suprimido. Las rendijas democráticas, que servían de cobertura al gobierno venezolano en el plano internacional, han sido cerradas. El pasado jueves 20 de octubre ocurrió lo que muchos, fuera y dentro del país, temíamos: el Poder Judicial, en connivencia con el Ejecutivo, han consumado un golpe al Legislativo, violentando también los otros dos poderes públicos, el Electoral y el Ciudadano. En apenas 24 horas rompieron el hilo constitucional, imposibilitando la convocatoria de un referéndum para revocar el mandato del actual gobierno, consagrado en el artículo 72 de la Constitución de Venezuela.
La Asociación de periodistas venezolanos en España Venezuelan Press, en la actualidad conformada por más de 300 comunicadores, no puede quedar indiferente ante este atropello, como periodistas y ciudadanos venezolanos en España nos vemos obligados a pronunciarnos. Entendemos que el país está recorriendo un camino de disolución que irremediablemente conducirá a peligrosos enfrentamientos fratricidas. Es hora de levantar nuestra voz, con fuerza y unidad de propósitos.
Es por ello que Venezuelan Press rechaza rotunda y unánimemente la dilación del proceso de elección regional y referéndum revocatorio que, legalmente, tendrían que celebrarse este año 2016, así como denuncia de manera contundente la permanente violación de los derechos constitucionales, de los derechos humanos y de la libertad de expresión en Venezuela. Igualmente, ruega a las instituciones españolas y europeas que no cejen en su voluntad de pronunciarse frente a esta situación y exijan al gobierno venezolano, hoy más que nunca, el cumplimiento de la Constitución y las leyes nacionales, así como de los tratados internacionales suscritos por el país, cada vez más desconocidos por sus gobernantes.
La situación venezolana es excepcional y extraordinaria. Por ello, los comunicadores venezolanos residenciados en España apoyaremos y ahondaremos en nuestra responsabilidad de informar sobre todas aquellas acciones y movilizaciones que promuevan las organizaciones venezolanas en el exilio y aquellas que desde Venezuela hacen un llamado de auxilio para visibilizar aun más esta situación a nivel internacional. Asimismo, estaremos atentos a cualquier pronunciamiento o acto que impulsen las autoridades y organizaciones públicas españolas en busca de verdaderos mediadores que favorezcan de manera inmediata una auténtica solución a la crisis venezolana, antes de que sea demasiado tarde.
Por último, los periodistas venezolanos agradecemos y hacemos un llamado muy especial a los medios de comunicación españoles para que continúen informando de manera oportuna y veraz sobre la situación venezolana. También, a las organizaciones gremiales de la prensa española y a los corresponsales extranjeros en España. A todos nos compete sobremanera. En Venezuela no hay libertad de expresión, los periodistas son perseguidos, amenazados y encarcelados. El derecho a la información se encuentra seriamente limitado. Muchos medios han cerrado y sólo los digitales están funcionando como tabla de salvación in extremis, pero no están al alcance de la mayoría de la población. Venezuela no está debidamente informada y hoy más que nunca necesita de la prensa internacional para que el mundo sepa lo que está pasando. Éste es el dolor que nos anima.