Hoy queremos dirigirnos al pueblo venezolano, a El Vaticano y Unasur para reiterar la necesidad de poder avanzar en el proceso de diálogo que se ha iniciado. La difícil situación que vive el país hace imperativo que el Gobierno se tome en serio la discusión que hemos empezado para exigir el derecho que tienen los venezolanos a elegir y votar.
Para continuar el camino del diálogo se requieren con urgencia resultados y gestos de parte del Gobierno, que evidencien su disposición de mantenerse en la mesa. No puede tener otra finalidad este proceso que la paz y que los ciudadanos se expresen y puedan decidir.
Es importante cumplir lo acordado por ambas partes y expresado en el comunicado del día 30 de dejar a un lado el lenguaje agresivo.
Nuestras propuestas en los grupos de trabajo se están dando a conocer e incluyen un cronograma electoral, la posibilidad de retomar el referendo revocatorio, emplear políticas que contribuyan a superar la crisis económica, devolver las potestades a la Asamblea Nacional. Queremos que el día 11 podamos avanzar, porque es el país quien lo exige.
El diálogo depende de la voluntad de todas las partes y una adecuada interpretación de las posiciones y de una lógica celeridad, por ello reclamamos al presidente Nicolás Maduro que mantenga una postura y un discurso que sea reflejo de su compromiso con este proceso, en aras de la paz y la convivencia en Venezuela. Nuestra disposición de diálogo no empezó ayer ni termina el 11 de este mes, pero es el gobierno quien puede lograr que esto no sea un frustración para Venezuela y la comunidad internacional. Toca al gobierno demostrar que va a asumir su responsabilidad.