La jornada de saqueos en Cumaná, atemorizó a la población al punto que las calles de la ciudad permanecen desoladas.
Cerca de 200 comercios fueron afectados tras los intensos saqueos en Cumana registrados el pasado martes, esta situación obligó a los mismos a bajar la Santamaría debido al temor que existe en la población de que nuevos hechos vandálicos se registren en las próximas horas.
De acuerdo a la explicación del diputado en la Asamblea Nacional José Leonardo Renault, la ola de saqueos en Cumaná, además de los 200 comercios saqueados se encuentran cerca de 200 detenidos (aunque el gobernador señaló 150) por los incidentes, 35 heridos y un fallecido.
“Este es uno de los de los incidentes más violentos que se ha registrado en el país, incluso este miércoles se registraron algunos hechos aislados con camiones que circulaban por la ciudad y algunas carreteras del estado, pero en ningún momento en la medida del martes” destaca el parlamentario.
Cabe destacar que el bloque de la Unidad, en la Asamblea Nacional solicitará en la próxima sesión una investigación exhaustiva sobre los sucesos que mantienen en zozobra al pueblo sucrense desde el pasado fin de semana.
En lo que fue su alocución en horas nocturnas, el gobernador de la entidad Luis Acuña, señala a los representantes del bloque de la unidad como los responsables de la situación violenta que mantiene militarizada diversas zonas de la “Primogénita del Continente”.
Población desesperada
Muchas han sido las vías que aprovechan los cumaneses para expresarse sobre lo sucedido. En todo momento repudian la acción y califican como principal responsable al gobierno nacional por establecer una política errónea de distribución de alimentos que no cubre la demanda de la población en su totalidad.
“En la ciudad de Cumaná hay un 90-95 por ciento de escasez de alimentos de primera necesidad, ello tiene en un profundo malestar a la población y sirve de detonante para la reacción de una población que deja consecuencias destrozas” expresa Renault.
En otro orden de ideas, en la población crece la incertidumbre debido a que arreciará la escasez debido a que los anaqueles se exhiben completamente vacíos.
“Eso no fue bueno para nosotros, los que no tienen comida en sus casas no podrán comer, así tengan dinero ahora no hay que comprar” manifiesta una habitante de la ciudad.