A raíz de los estrenos de «El Comandante» y «Los Sueños llegan como la lluvia», se ha podido observar cierta dejadez e indiferencia del público espectador, y es que a los venezolanos ataviados por miles de problemas realmente graves, en el poco tiempo libre que les queda después de hacer 4 horas de cola para obtener el “carnet antipatria” y a los que están el exterior, no les hace ninguna gracia, sentarse a ver el recuerdo de un personaje que dejó como herencia las más siniestras de las desgracias en el país. El rating fue desolador.
¿Quieren algún medidor más o les queda claro?
La gente esta harta de oír hablar de el comandante Chávez, la gente está hasta la coronilla de la mal llamada revolución bonita, la gente no quiere escuchar ni ver al innombrable, y muchos menos tener que aguantar el hecho de que sea protagonista para bien o para mal de una serie (porque no merece protagonismo alguno), y mucho menos aún de un documental producido con el dinero que es del pueblo, dinero que debería estar siendo utilizado para medio apañar los desgarros de una economía y salubridad, entre otras, desmoronadas. Audiencia cero.
¡Insisto! ¿Algún medidor más?
Me pregunto a estas alturas del partido, ¿es qué acaso no hay prioridades más importantes en el país como para ponerse a producir un documental que solamente lo verá la madre que lo parió? ¿Es que no hay un solo ser en el Gobierno con tres dedos de frente para recortar los gastos en las transmisiones inútiles de los rojitos?
Se estrenaron dos series, una privada de libertad (capital externo) y otra pública (capital interno),cada una cuenta desde su punto de vista, la vida y hazaña del fallecido Hugo Chávez, el comandante cada día menos galáctico como consecuencia de la desacertada decisión de complacer a los Castros y dejar como su sucesor al títere Nicolasito, que no hace otra cosa más que meter la pata en todo lo que dice y hace, esa es la mayor demostración de incapacidad total, pero no nos salgamos del tema.
Personalmente decidí ver el primer capitulo de las dos series, por supuesto en mi soledad, nadie quiso verlas conmigo, es normal, repito, es que no hay individuo en nuestro entorno que lo quiera ver y recordar.
El comandante tiene su punto de morbo, pero he de reconocer que el actor Andrés Parra (colombiano), hace una excelente interpretación, tan real que me puse enferma nada más oír su voz, la pego del techo.
En cuanto a «Los sueños llegan como la lluvia», no tengo mucho que decir, empecé a verla, me dieron nauseas a los cinco minutos y la quité. No es más que un refrito de grabaciones de Chávez contando él mismito la sarta de sandeces que ya todos conocemos.
La conclusión para no hacer más largo el cuento, «El Comandante», producida por Sony, no es que sea la perfección pero si se acerca mucho a la realidad, mientras que la de los rojitos es toda ficción, ya que es el propio Chávez el que narra los hechos, como desde el principio de su mandato todo lo que dice es entelequia.
Ahora entiendo porque tuvo tan baja audiencia, tanto la una como la otra, con un ejemplo se lo describo, si el comandante gigante convocara una concentración actualmente, se pondría chiquitico al ver que solo asistiría sus rastreros secuaces.
¿Nos medimos Maduro?