El derecho a la libertad de expresión está fuera de toda discusión en la sociedad actual, ya que es factor fundamental indispensable para la existencia de una sociedad democrática, aunque en el caso venezolano no solo es importante la presencia de este derecho sino su efectividad, es decir la garantía de su cumplimiento.
El gobierno venezolano adoptó como política de Estado la agresión, hostigamiento y persecución a la prensa libre; tratando de evitar que la ciudadanía reciba la información necesaria para poder formarse un criterio sobre la realidad y distinguir la verdad de la mentira.
Son distintos los mecanismos directos e indirectos de coacción contra el sagrado deber de informar que tienen los medios y periodistas; desconociendo la vigencia de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, así como de la Ley de Ejercicio del Periodismo, que prevén el derecho a estar y ser informados veraz y oportunamente.
El uso de los tribunales, acciones por la vía tributaria y la restricción en asignación de pautas publicitarias, dan cuenta de ello.
El Nacional luego de 75 años de circulación, abandona su versión impresa para solo permanecer en los entornos virtuales. Esta decisión que representa un golpe mortal contra la libertad de expresión, no responde a una estrategia de migración de contenido entre plataformas; es una salida frente a la imposibilidad de acceder al papel periódico, materia prima necesaria para la elaboración del producto final.
Es contrario a los derechos humanos impedir la libre expresión e información. El Gobierno venezolano no solo hace uso del manejo discrecional en el otorgamiento de papel, sino que retirando los precios preferenciales a los periódicos, los coloca en minusvalía ya que es imposible pagar esta materia prima por el cambio entre la divisa venezolana y el dólar.
Con las distintas trabas que se impone a medios y periodistas no se oculta la verdad; sobre todo porque es imposible que el venezolano no sienta ni padezca la crítica situación económica, de desabastecimiento, ineficiencia en los servicios de salud e inexistente seguridad ciudadana.
El gremio periodístico seguirá luchando por el respeto a la Democracia, y con ella sus principios y valores. La ley de Ejercicio del Periodista en su artículo 5, inciso 5 señala como uno de sus fines “Salvaguardar la libertad de expresión y el derecho a la información”; razón por la cual ejecutaremos todas las acciones necesarias para defender estos derechos.
Según interpretación del artículo 13 de la Convención Americana efectuada por la Corte Interamericana; La libertad de expresión comprende el derecho de difundir informaciones e ideas, entendiendo que la expresión y difusión del pensamiento y de la información son indivisibles, de tal manera que una restricción de las posibilidades de divulgación representa un límite a expresarse libremente.
Es clara la intención del gobierno de silenciar a la prensa, para lograr imponer su propia agenda informativa a través de los medios de comunicación propiedad del Estado venezolano o aquellos que aun siendo de capital privado le son afectos.
Expresamos nuestra solidaridad y apoyo a los colegas y demás trabajadores de El Nacional en esta aciaga hora para la Democracia venezolana.
El gremio periodístico venezolano asume la lucha por la defensa de la libertad de expresión, porque esta es parte de los valores de la Democracia y exige al gobierno nacional garantice se cumpla con el respeto a la libertad de expresión, y establezca las condiciones necesarias para la libre circulación de la prensa escrita.