Colas en Venezuela por escasez de alimentosLa necesidad se sigue reflejando en las colas en Venezuela, éstas se han incrementado en los últimos tiempos, la espera es por lo que sea.

Las mañanas inician con largas colas en Venezuela, pues en casi todos los aspectos de la sociedad, éstas se han apoderado del más mínimo espacio, pero sin duda alguna las de los supermercados poseen una característica muy particular: el hambre.

En una de las tantas colas en Venezuela, se encuentra Isabel Mujica, una habitante de Maracaibo, quien asegura que durante toda la semana se dedica a la caza de cualquier producto que llegue a los supermercados para poder comprar y hacer así sea algún trueque.

Revela que el menú en su casa ha sido rutinario, no cambia de menú continuamente ya que sobre su mesa se ha perpetrado el sabor de una simple arepa con mantequilla o pasta sola, pues las opciones en los anaqueles son casi nulas.

“En la casa podemos comer todo el día arepa, no porque nos guste mucho, si no que no se consigue otra cosa»

«A veces vario con pasta cuando la puedo comprar porque en la calle vale mil 500 bolívares, y en el supermercado 400 bolívares, no todo el tiempo tengo el bolsillo lleno para decir hoy voy a comprar esto ni tampoco hoy voy a llevar esto porque todo el tiempo es lo mismo, no hay”, sentencia Mujica.

Ella asevera que el hambre que ha observado en las colas en Venezuela la ha dejado pasmada y con miedo, pues teme que la ansiedad se termine de desbordar y pueda estar en medio de un saqueo.

Me da miedo, cuando estoy en el supermercado y llegan los distribuidores la gente se altera por saber qué llegó»

«Ya una vez me empujaron y me di duro, esa vez hasta disparos hicieron para que la gente se controlara, y ahí el miedo no sólo es por el daño que le puedan hacer a uno sino, que cuando eso pasa dejan de vender y es peor porque paso más hambre”, manifiesta Mujica.

Esta habitante de Maracaibo asevera que en los últimos días sólo ha conseguido harina de maíz y que se las ha tenido que ingeniar para darle otra forma o estilo a la misma masa de todos los días.

“Me vendieron una bolsa del CLAP, eso fue debut y despedida, no duro nada, no trajo nada, la semana pasada conseguí dos harinas, ya se me acabaron hoy aquí estamos esperando a ver que llega”, finaliza Mujica.