colasLas colas en Venezuela para alimentos las hacen ciudadanos de todas las clases sociales porque cada día faltan más productos. 

Las colas en Venezuela para adquirir productos de aseo personal y alimentos se encuentran en todas partes, incluso en sectores tradicionalmente identificados como de clase media. Especialistas indican que la crisis económica ha modificado las estratificaciones sociales.

Una señora que hacía una cola para comprar comida en Los Palos Grandes en Caracas, contó que vive sola con su esposo, pues sus dos hijos están estudiando fuera de Venezuela. Como ella no trabaja y su esposo sí, ha tenido que asumir la tarea de hacer en la mañana las colas para intentar adquirir productos. .

«Yo estoy jubilada, nunca imaginé que iba a estar en una situación como esta, pero si no tengo quién me haga la cola y muchas veces los productos no se consiguen ni revendidos, me toca estar aquí», señala.

 

El sociólogo Luis Pedro España, especialista en estudios de pobreza, describió que la reducción del consumo de alimentos ha generado una fuente de desiguladad en el país.

En las colas en Venezuela, son muchas las historias que se pueden encontrar. Una ciudadana considerada de clase media contó cómo ha cambiado su alimentación producto de la crisis económica.

«Yo sin darme cuenta dejé de hacer tres comidas. Ahora solo desayuno y luego almuerzo a media tarde. Hay alimentos que eran básicos en mi nevera que ya más nunca compré porque no hay».

Una revendedora consultada por elcorreodelorinoco.com dijo que vende, en su mayoría, a personas de clase media que no pueden realizar colas, pero que en muchos casos se inhiben de comprar ciertos productos por el precio. «Ellos me compran porque por el trabajo no pueden ir, pero se quejan igual de los precios. Aquí los únicos que no hacen cola son los ricos», sentenció y explicó que quienes cuentan con mayor poder adquisitivo son los que verdaderamente «se salvan», pues compran comida por lote a precios muy altos.

En otros casos, quienes son de clase alta optan por viajar y hacer mercado fuera del país evitando las colas y la escasez, pero a esta opción no llegan los venezolanos de clase media.