Del estado Bolívar se trasladan a poblaciones en Brasil para buscar abastecerse de la comida que escasea en Venezuela aunque el gobierno reparta bolsas de vez en cuando con los Clap.
Ahora los viajes no son de placer sino para buscar alimentos o cualquiera de los productos que escasean en el país. Lo más cercano y accesible en el estado Bolívar es viajar hasta San Elena de Uairén, en el municipio Gran Sabana, al sur de la región, para desde allí trasladarse hasta poblaciones cercanas de Brasil, donde compran la comida que traerán a Venezuela. Muchos guayaneses han manifestado su preocupación por la escasez de comida, y el control que prevén impere con los Comités Locales de Abastecimiento y Producción CLAP, lo cual limita aún más el acceso a los alimentos a precio regulado.
Quienes han viajado recientemente a Santa Elena testifican que la gente regresa a su ciudad de origen con un mercado hecho, pero no precisamente en esta localidad, sino en Brasil.
“Yo he llegado hasta Boa Vista y he traído algunas cosas, pocas para que no me las quiten en alguna alcabala, como champú o jabón, y arroz y pasta, pero en poca cantidad”, dice Javier González, quien en su último viaje observó a otros que como él, acudieron al país vecino para abastecerse de comida y productos de primera necesidad.
Sin embargo, la compra no es del todo fácil. Algunos se sacrifican comprando dólares, otros llegan hasta la línea y pagan en bolívares pero a un precio mayor, casi como al de los revendedores, por el equivalente al real.
“Te sale igual o mejor que comprar a bachaqueros, y si compras en dólares es más barato, aunque no tanto como si lo consiguieras al precio oficial”, reconoce González.
De acuerdo con el último estudio del Centro de Investigaciones para la Educación, la Productividad y la Vida (Ciepv) de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) en Guayana, la escasez global en la ciudad se ubica en 59.26 %, siendo los renglones con mayor escasez los de aceites y grasas con 85.43%.