Pese a las represiones y trabas del gobierno y el CNE, electores se mantienen firmes en solicitud del revocatorio.
Para muchos es la última esperanza que queda para una salida democrática, pacífica y electoral. Pese a todas las trabas administrativas que ha impuesto el Consejo Nacional Electoral (CNE), las amenazas del gobierno y la represión de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), los ciudadanos se mantienen firmes en seguir luchando hasta activar el referendo revocatorio.
“No me cansaré, a donde me manden a firmar voy sin miedo. Yo viví en una Venezuela muy distinta a la de hoy, llena de oportunidades y sin tener que ser de un partido político. Yo quiero lo mismo para mis hijos y mis nietos”, manifestó María Flores, una de las tantas firmantes en el estado Bolívar a favor del revocatorio.
Primero fue el retraso del CNE para entregar la planilla de recolección del 1% de firmas, luego el tiempo tomado para la revisión de las mismas, ahora crea mayor burocracia anexando un paso que no estaba planteado, la digitalización de firmas para pasar luego a la validación en los centros que habiliten en cada estado, y finalmente proceder a recoger el 20% de rúbricas con las que se activaría el referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro.
“El presidente (Nicolás) Maduro tiene que entender que la mayoría de los venezolanos no queremos su gobierno, que estamos cansados de la escasez, la inseguridad, que necesitamos un cambio urgente”, expresó Judith Peña.
A pesar de las amenazas del gobierno que afirma que este año no se dará ningún referendo, pasando por encima de la voluntad del pueblo, incluso desconociendo la Constitución nacional cuando el presidente se refiere al revocatorio como una opción y no un derecho ciudadano de solicitarlo, que cumplido con todo el procedimiento legal, está en la obligación de acatarlo, la ciudadanía sigue firme evitando que el referendo se realice en 2017, pues ello conllevaría a una permanencia del gabinete de Maduro y su gestión.