En las firmas para el referendo revocatorio también están estampados los nombres de muchos chavistas que dejaron de creer en la revolución y quieren la salida de Maduro.
Sin duda alguna los 2 millones 500 mil firmas para el referendo revocatorio sorprendió a toda la nación, debido al alto número de venezolanos que asistieron a los puntos de recolección. Pero, entre esos tantos venezolanos que apuestan por un referendo revocatorio a Nicolás Maduro también hay una masa que por años permaneció en silencio, sumisa y sumida a sólo apoyar las políticas y el recuerdo Hugo Chávez.
Ese mismo pueblo que un día apoyó a la revolución bolivariana se cansó de la burla, de la inseguridad, del desempleo, de la insalubridad, del desespero, del hambre, pero sobre todo de las amenazas de un discurso desesperanzador. Estos simpatizantes de izquierda despertaron, gritaron y tomaron el bolígrafo de la esperanza y decidieron ir a firmar.
Sin embargo, hoy, sienten temor por los amedrentamientos desde el Psuv y que estos se hagan realidad, como las amenazas e intimidaciones de Jorge Rodríguez, quien pide que las firmas sean publicadas, pero mucho más por la comisión presidencial que verificará cada firma del referendo revocatorio.
“Ya basta de tanta traición a la patria revolucionaria que soñó Bolívar y Chávez, a publicar las firmas y ver a los apátridas ‘rojos’…, sería bueno que publiquen las firmas para ver quiénes son los escuálidos que trabajan en instituciones revolucionarias y joden a la patria”, amenaza Jorge Rodríguez a través de su cuenta en la red social twitter.
Por otra parte, esta Diosdado Cabello, quien también amenazó a los funcionarios públicos que hayan firmado por el referendo revocatorio advirtiendo que deben poner sus cargos a la orden.
“Funcionarios públicos que firmaron no deberían seguir en sus cargos, vamos a revisar firma por firma, una por una, cada huella dactilar. El que diga que lo hizo, debe ratificar su firma en el Consejo Nacional Electoral”, advirtió.
¡Perdió pueblo! Chavistas firmaron para el referendo revocatorio
El estado Zulia no fue la excepción, pues los empleados públicos de empresas como: CANTV, Carbozulia, PDVSA, gobernación del Zulia, Metro de Maracaibo y hasta integrantes de las misiones como Madres de Barrio y líderes de los Consejos Comunales también decidieron rebelarse a favor del referendo revocatorio.
Entre esos tantos que se apegaron a la esperanza que ofrece la MUD para liberarse de 17 años de «revolución», como es el referendo revocatorio, está Mirta Arguelles, una de las Madres de Barrio, a quien llamaremos así para proteger su identidad, ella, le revela a elcorreodelorinoco.com haber firmado porque se cansó de ser utilizada por el Psuv.
“Se tardan en pagarnos la ayuda y cuando lo hacen quieren que aportemos del poco dinero que ganamos para hacer y que obras sociales y así no debe ser porque nosotras también pasamos hambre como los demás, porque los pocos privilegios que teníamos nos lo quitaron, si no vamos a concentraciones o mesas de trabajo nos amenazan con sacarnos de la misión, y yo no tengo tiempo para tanta habladera porque debo pasar el día metida en una cola para llevar la comida a la casa, por eso firmé y lo vuelvo a hacer mil veces más ¡Ya basta!”, sentencia Arguelles.
“Todo murió con Chávez por eso firmé y si se dan cuenta que firmé y me sacan de la misión pues que me saquen, pero esto no se aguanta ya”
Precisa que, el último llamado que le hicieron, fue a presentarse en la sede del Consejo Nacional Electoral en Maracaibo con otras beneficiarias de Madres de Barrio en defensa de Tibisay Lucena ante la “presión” que ejercía sobre ella la Mesa de la Unidad Democrática en virtud de solicitar la planilla para el referendo revocatorio.
“Nos obligaron a ir, con la misma amenaza de siempre, y todo y que para defender a Tibisay como si ella lo necesitara, esa señora está tranquila, tiene cobres y no hace cola como nosotras para comer, no aguanta sol y tampoco pasa hambre”, critica Arguelles.
Sobre la amenaza que lanzó Jorge Rodríguez asegura que sólo siente miedo de que el referendo revocatorio no se lleve a cabo y que su nombre quede en una lista a quienes se les prive de beneficios.
“Esto no es socialismo, tampoco lo es que para una bolsa de comida que debería ser vendida quincenalmente tengan que ponernos tantas condiciones como si nos la estuviesen regalando y eso pasa cada vez que nos necesitan”, remata Arguelles.
“Es hora de darle la oportunidad a la oposición”
Otros que también firmaron las planillas del refrendo revocatorio manifiestan que le habían dado al Psuv la última oportunidad en las pasadas elecciones parlamentarias, pero que por la actual situación y la negativa del gobierno nacional ante los proyectos y leyes que ha emanado la Asamblea Nacional, que consideran como prontas soluciones, decidieron dar el gran y necesario paso.
Precisa que la impotencia lo impulsó a firmar para el referendo revocatorio y que, a pesar de que no se arrepiente, si siente temor a ser despedido de su trabajo en Metro de Maracaibo, tras la posibilidad de que se publiquen los nombres de todos los revocantes.
“Claro que me da miedo, pero, ¿Hasta cuándo tenemos que bajar la cabeza?, yo sigo siendo chavista, hasta que me muera, pero reconozco que el único error que tuvo el comandante fue dejar a Maduro a cargo del proceso, porque lo acabó, en cambio hay que reconocer, y es algo que le aplaudo a la Asamblea Nacional, es lo de darle alimentación y medicinas a los de la tercera edad, mi viejo no está pensionado y cuando se me enferma gasto lo que no tengo en medicinas para la tensión, también la ley de títulos, lo único con lo que no estoy de acuerdo es con lo de la Ley de Amnistía, porque tengo mis reservas con ese tema, pero de resto fino”, afirma Lameda.
¿Por qué Maduro se niega? Si al final eso es para nosotros el pueblo, eso sí es socialismo”
Efectivos de los cuerpos de seguridad firmaron para el referendo revocatorio
A través de las diferentes redes sociales se colaron fotografías de efectivos de cuerpos policiales, CICPC y hasta de la Guardia Nacional Bolivariana firmando la planilla para el referendo revocatorio, dejando claro el descontento que también hay dentro de los organismos de seguridad.