En una corte de Nueva York, el Chapo Guzmán reveló que con la ayuda de tratantes venezolanos logró usar pistas clandestinas en el país para el transporte de cocaína desde Centro América hasta Norte América.
En el documento de acusación contra Joaquín Guzmán, conocido como El Chapo Guzmán, presentado por la Fiscalía norteamericana ante la Corte del Distrito Este de Nueva York, se afirma que Venezuela fue lugar de reunión para miembros del Cártel de Sinaloa en varias oportunidades. Según el expediente que consta de 56 páginas y donde se pormenoriza la vida y acciones criminales del Chapo Guzmán por un periodo de 25 años en el ejercicio del narcotráfico, aparecen los nombres de Venezuela, Colombia y Ecuador, como los lugares principales donde el narcotraficante desarrolló la propagación del Cártel de Sinaloa ocupando las zonas que anteriormente pertenecían a carteles colombianos.
Asimismo, el documento expresa que el modus operandi del Chapo residía en introducir a los miembros de la organización criminal que presidía en los países mencionados, para hacer negocios con traficantes locales y lograr completar la red de suministro y transporte.
Algunos de los encargados de llevar la importación del cargamento de droga a EEUU, están decididos a testificar en el juicio contra Guzmán bajo la figura de testigo cooperante, donde harán referencia de las técnicas utilizadas por el cártel mexicano para burlar la frontera estadounidense e introducir cocaína, marihuana y otras drogas.
Igualmente estos transportadores, tendrán que aclarar la utilización de pistas clandestinas en Venezuela y Colombia, de donde salían aviones cargados de estupefacientes hacia Honduras, Panamá, El Salvador y Costa Rica, como también lo de los vehículos modificados o túneles ocultos para pasar la droga a EEUU.
Conforme a lo que se describe el documento, el método usado para el desplazamiento de la carga ilegal por el continente, tiene grandes similitudes con el modus opoerandi revelado en el juicio en contra Efraín Campo Flores y Franqui Flores de Freitas, sobrinos de la pareja presidencial de Venezuela, que han sido condenados en noviembre de 2016 por conspirar para enviar un avión cargado con 800 kilos de cocaína proveniente de Colombia, desde Venezuela hasta Honduras y de allí a EEUU como destino final.
La única desigualdad en este caso es que no se utilizaron pistas clandestinas, sino que la droga salió desde la rampa presidencial del principal aeropuerto de Maiquetía, en Caracas, Venezuela.