Aproximadamente 300 vigilantes de la empresa VYLINCA la cual está contratada por la Universidad del Zulia para resguardar los espacios de esa casa de estudios, exigen a las autoridades universitarias el pago que se les adeuda desde octubre el cual corresponde a dos cestaticket y dos quincenas.
«Queremos que nos paguen porque tenemos hambre”
“Lo que ganamos es poquito y mientras ellos están en aire acondicionado nosotros pasamos penurias, nos deben los cestaticket de octubre y noviembre y las dos quincenas de noviembre», manifiesta Richard Blanco, vigilante de la Universidad del Zulia.
Aseveran que para ir a cumplir con su jornada laboral muchos deben hacer trabajos extras para siquiera conseguir los pasajes necesarios que les permitiera acudir a la Universidad del Zulia a trabajar.
«Nos dijeron que en 72 horas nos solucionarían el pago y no fue así”
“Si no nos atienden aquí vamos a seguir, porque todos somos padres de familia y tenemos a nuestros hijos pasando hambre…., tenemos niños pequeños a los que hay que comprarles pañales y leche, ni siquiera un estreno para diciembre les hemos comprado», manifiesta Blanco.
En otro tema aseguran que deben batallar con la inseguridad que se ha desbordado dentro del recinto universitario y que para colmo de males ni siquiera tienen armas con las cuales realizar los recorridos de seguridad.
“Nosotros no estamos armados, a cualquiera de nosotros nos matan allá dentro y nadie va a responder por eso, los que van a sufrir van a ser los hijos de nosotros que son los que más hambre están pasando, ¡Qué nos paguen!”, sentencia Blanco.
El cumulo de vigilantes manifiestan que dejaran desolados los puntos de vigilancia de la Universidad del Zulia hasta tanto no se les cancele la deuda y no descartan radicalizar acciones de calle si las autoridades universitarias no se pronuncian al respecto.