medios de comunicacion censurados

Dos medios de comunicación en Guayana enfrenta la censura. Ambos están sin papel y con condena para el dueño de uno

La crisis de los medios de comunicación en Venezuela sigue agravándose. La falta de papel ha obligado a que muchos migren a la plataforma digital. Otros prácticamente desaparecieron. Correo del Caroní, el diario más antiguo de Ciudad Guayana, se convirtió en semanario en agosto de 2015 por la falta de papel. Este problema lo enfrenta hoy Nueva Prensa de Guayana, rotativo que por segunda ocasión en este año deja de circular en impreso.

El 8 de junio Nueva Prensa de Guayana recibió 30 bobinas de papel periódico, luego de estar más de 21 días fuera de circulación. Su última edición impresa fue la del martes 19 de julio, poco más de un mes desde que retornaron a las calles.

Ya son dos medios de comunicación en la ciudad que están sin papel. Al grupo se suma el Diario de Guayana, rotativo que ha mantenido su circulación diaria pero con reducción de páginas.

“Hay una gran preocupación dentro de esta empresa que tiene 18 años haciendo una labor social, trabajando para la población”, manifestó Bladimir Martínez, editor de Nueva Prensa de Guayana.

Precisó que 160 empleos directos y 800 indirectos se ven afectados con la situación. La ocasión anterior, Nueva Prensa de Guayana había cancelado 30 bobinas de las 60 que tenía asignada por la Corporación Maneiro, monopolio encargado de la distribución de papel periódico en Venezuela. La entrega en aquel entonces se retrasó por más de 15 días. Es lo que ocurre ahora, se canela el producto y debe esperarse a que algún día llegue.

Censura avalada

En el caso del Correo del Caroní, este mismo martes recibieron respuesta de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del estado Bolívar. La misma ratifica la sentencia emitida en marzo de este año por el Tribunal Penal Sexto de Juicio de Puerto Ordaz.

Desde 2013 Correo del Caroní enfrenta una demanda por informaciones publicadas referentes a la corrupción en una de las empresas básicas más importantes de la zona, Ferrominera. El dueño de otro diario de la región, Yamal Mustafá, se vio involucrado en el caso y estuvo dos años detenido. Este es quien demandó a ‘La Casa de las Ideas’, como también se le conoce al periódico hoy condenado.

La sentencia condena a David Natera Febres a cuatro años de cárcel, presentación en tribunales cada 30 días y prohibición de salida del país por los delitos de difamación e injuria agravada en acción continuada.

La defensa, a cargo del abogado Morris Sierraalta, reitera las irregularidades en el proceso, empezando por el calificativo de «cárcel» o prisión, cuando correspondía específicamente a un arresto, aclarando que se trata de una condena menor por no obligar al imputado a ser recluido en una cárcel común.

Ahora recurrirán a la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia, aunque las expectativas no son positivas. Es de recordar que otros medios de comunicación, regionales y nacionales, reseñaron la misma noticia que involucraba a Mustafá con una presunta mafia del hierro, pero el único demandado fue Correo del Caroní.