recreacion-caracasRealizar actividades de recreación es cada día más difícil para los venezolanos. No se puede salir de noche y la escasez agudiza la falta de cosas que hacer.

La calidad de vida de los venezolanos ha desmejorado considerablemente en los últimos años. No solo ha sido consecuencia de la crisis económica, sino también la inseguridad y la ineficiencia en la prestación de servicios públicos, y eso hace que la gente se quede sin opciones de recreación.

Ana Márquez es una joven de 23 años de edad, vivía en el interior del país y se mudó a la capital hace cuatro años cuando comenzó a estudiar en la universidad. Además de buscar una mejor educación, esperaba cambiar su modo de vida; tener más posibilidades de recreación. Sin embargo, considera que actualmente vive encerrada. «Nunca salgo en la noche. Cuando comparto con mis amigos es porque lo hago en la universidad o porque nos reunimos en casa de alguien. La inseguridad es terrible y nadie se quiere exponer», explica.

Juan Mejía solía ir al cine por lo menos una vez a la semana, pero el aumento en los precios de los tickets y de la comida le ha hecho cambiar este hábito. «Ahorita un pote de cotufa cuesta más del doble de la entrada. Es absurdo. Salir con mi novia al cine la última vez me salió en 2.500 bolívares», dice Mejía, quien gana en una quincena Bs. 10 mil.

Recreación al aire libre

Para quienes les gusta hacer actividades al aire libre también tienen el campo limitado por la falta de parques y áreas de recreación. Adicionalmente, la inseguridad en Caracas hace que todos prefieran mantenerse en casa después de las seis de la tarde, cuando las calles  comienzan a ponerse oscuras y los funcionarios de seguridad se ausentan.

Son pocos los espacios de recreación que quedan en Caracas.

Caraqueños sin recreación

Analistas en consumo indican que el caraqueño ha invertido en los últimos años en equipar la casa con televisores, juegos de mesa y demás instrumentos que le permitan disfrutar con mayor seguridad: esa es su nueva forma de recreación.. Así lo constata el testimonio de Juan Carlos Gómez; se compró hace un mes un televisor pantalla plana mucho más moderno que el que ya tenía, pues señala que ahora pasa mucho más tiempo en casa que hace tres años.

Políticas públicas no son suficientes para recrear

Las opciones parecen cada vez más limitadas. Los caraqueños se quejan de que se necesitan mucho dinero para hacer muy poco. Aunque desde el Gobierno se dice que se ha invertido en promover la cultura, han hecho falta recursos y políticas orientadas a garantizar la seguridad de los ciudadanos y
desarrollar proyectos urbanísticos.

«¿Aquí desde cuándo no se hace un parque, una autopista?», se pregunta Mejía. Dice que incluso el transporte es complicado para las personas que viven en la capital. «Quien tiene carro sufre por las colas todos el día; el que usa taxi se gasta todo el sueldo y bueno, a los que le toca metro o camionetica se arriesgan a que un malandro los robe o los mate».