maracayA pesar de que Maracay cuenta con una planta de asfaltado socialista el deterioro de las calles es inminente.

A tres años de la inauguración de la planta de asfalto socialista en Maracay, persisten los huecos en las calles de la Ciudad Jardín. La situación se hace extensiva a diferentes municipios de la entidad, lo que se convierte en un atentado contra los vehículos y sus consecuencias económicas en trenes delanteros y cauchos que no se consiguen.

“Ya uno no sabe qué hacer. O destrozas el carro porque las calles no sirven y te sorprenden los huecos… o andas en camionetica y te roban… a ese dilema se enfrenta uno todos los días en este país”, comentó Angélica Quevedo mientras transitaba la calle principal de El Hipódromo.

Planta de asfalto solucionaría todos los males

El 29 de noviembre de 2012 se anunció la inauguración de a planta de asfalto socialista en San Vicente, al sur de Maracay. El alcalde Pedro Bastidas daba paso a una de las obras que se convertiría en su bastión. Para la inauguración también estuvo el entonces candidato a la Gobernación de Aragua y actual Gobernador, Tareck El Aissami. Aseguraron que la planta tendría una capacidad de procesamiento de 960 toneladas de asfalto al día.

Los barrios del sur de Maracay son los más afectados en vialidad. Desde San Carlos, Los Cocos, José Gregorio Hernández, 13 de Enero y Campo Alegre; los habitantes exigen atención en esta área. Cuando no son los huecos que se convierten en troneras por falta de atención inmediata, son los huecos producto de reparaciones en las redes de aguas servidas que posteriormente no son asfaltados.

En la calle 2 de la urbanización Los Samanes hace dos meses repararon un gran hoyo producto de la socavación por aguas negras. Las autoridades de Hidrocentro y la alcaldía resolvieron el problema, pero dejaron otro: el cierre de la calle donde aún no hay libre tránsito porque las autoridades no proceden a asfaltar unos 60 metros de la vía.

“Estamos a la espera de que vengan a arreglar la situación y nada que solventan, a lo mejor pretenden que nos acostumbremos a vivir con el tierrero en la calle”, dijo una de las habitantes de la zona quien pidió mantener en reserva su identidad por temor a represalias en su puesto laboral.

La situación también se repite en el casco central de Maracay, donde la intersección de las calles Mariño con Páez se convirtió en una especie de montaña rusa que generó largas colas durante varios meses. Finalmente llegó la aparente solución con hombres y maquinaria que procedieron con la escarificación del área hace tres semanas y con la misma desaparecieron del mapa.