La caída de la economía venezolana en el 2016 es el peor registro en los últimos 13 años, al presentar una contracción del 18,6 %.
Según datos preliminares del Banco Central de Venezuela a los cuales tuvo acceso Reuters, la caída de la economía venezolana en el año 2016 ha sido la peor que se ha registrado durante la estancia del Gobierno chavista en el poder. Un documento del BCV indica que la contracción económica durante el año pasado alcanzó en 18,6% mientras que la inflación cerró en 799,9%.
El país gobernado por el presidente Nicolás Maduro bajo el sistema socialista no ha conseguido salir de la recesión a la que entró a principios de 2014 y, por el contrario, la caída de la producción parece haberse profundizado, acelerando todavía más la inflación, la cual es considerada la más alta del mundo.
La peor parte del desgracia se originó en el 2016 en el sector no petrolero, al contraerse un 19,5 %ciento con respecto al año anterior, según un extracto de un documento del Banco Central de Venezuela con datos preliminares al que accedió Reuters.
El Producto Interno Bruto (PIB) del sector petrolero también habría caído 12,7% en el año pasado, de acuerdo a la data. Cabe recordar que el año pasado el Banco Central de Venezuela reportó una contracción del 5,7 por ciento de la economía en 2015 y una inflación que al término de ese período cerró en 180,9%, pero hasta el momento, la institución financiera venezolana no ha difundido resultados trimestrales o mensuales del 2016.
Entretanto el presidente Nicolás Maduro dijo recientemente que las importaciones en 2016 cayeron 52%, debido a la severa merma de ingresos en divisas que registró la nación dependiente en su mayoría de las ventas del crudo de parte de Petróleos de Venezuela. En innumerables ocasiones el mandatario nacional, ha culpado de la crisis a opositores y empresarios, a quienes acusa de librar una “guerra económica” en su contra con ayuda del Gobierno de Estados Unidos.
Lo que si bien es cierto que hasta la fecha el Gobierno nacional lejos de mostrar indicios de cambio en el modelo económico, sigue aplicando mecanismos controladores que profundizan la contracción de la economía y no incentivan a la producción nacional de los productos de primera necesidad, que cada día son más escasos y más difíciles de comprar para los venezolanos debido a que el salario es pulverizado por la alta inflación que registra el país.