Colombianos y venezolanos están a la espera de los billetes nuevos mientras se vive un acelerado proceso de devaluación de nuestra moneda en la frontera.
En la frontera hay expectativa en espera de los billetes nuevos que pondrá a disposición del mercado el Banco Central de Venezuela mientras el bolívar en Cúcuta, sigue depreciándose aceleradamente.
Los billetes nuevos representaran un alivio para los venezolanos que se trasladan a Colombia para comprar productos, ya que en cajas y en morrales se llevan los fajos de cien que lucen insuficientes para el pago en efectivo de las compras. Los billetes nuevos habrán de sustituir a un cono monetario totalmente devaluado en Cúcuta hecho que impacta los precios de mercaderías en todo el país.
El bolívar apenas está siendo admitido en operaciones comerciales en un permanente rezago frente al dólar y el peso colombiano.
Siendo Cúcuta y su periferia una zona en donde se admite la moneda venezolana para el cambio, millones de bolívares, han ido a parar a comercios de la zona.
El efecto: la depreciación de la moneda. Hace tres meses, con la reapertura parcial, el bolívar en Cúcuta valía 2,5 pesos; hoy vale 1 peso.
Es decir, por cada 10 mil bolívares el cambista le entrega 10 mil pesos. Para que tenga una idea, un kilo de azúcar en Cúcuta cuesta 2.500 pesos. En 90 días el bolívar ha perdido el 60% de su valor nominal.
Mejor que el bolívar
El derrumbe del bolívar Cúcuta ha traído desesperación a los compradores venezolanos quienes viven con crudeza, la demolición del poder de compra de la moneda y han surgido alternativas sorprendentes. La última de ellas es la detección, por parte de las autoridades colombianas, del «maleteo» de carne.
Según la Dirección de Aduanas de Colombia, el «maleteo» consiste en grupos de personas que trasladan hasta 30 kilos de carne en maletas desde Venezuela a Colombia para cambiarla a detallistas y carniceros por pesos.
La carne venezolana tiene un costo promedio del 50% más del valor en relación a la carne colombiana en punto de venta, por lo que utilizar los bolívares comprando carne en San Antonio o Ureña y luego cambiarlo por pesos, es mejor que el cambio directo moneda por moneda.
Así el kilo de carne sustituye al devaluado bolívar. Semanalmente se incautan en el puente “Simón Bolívar” entre 800 y mil kilos del producto bajo esta modalidad.
Eso sin contar los cientos de toneladas que están siendo retenidas en los pasos ilegales que comunican ambas fronteras.
Claudia Gaviria, Directora de Aduanas de Colombia, manifestó que el contrabando de carne es un problema serio de salud pública ya que Venezuela es el único país latinoamericano que no ha logrado erradicar la fiebre aftosa. La situación preocupa en Colombia por lo que se han incrementado los controles no solamente en las carnicerías sino en locales de venta de comida ubicados principalmente en La Parada.
¿La solución?
La realidad, señalada por los economistas, es que los billetes nuevos no van a representar una solución real a los problemas derivados de la inflación y la pérdida de valor de nuestro signo monetario. Se puede considerar una solución parcial, un alivio para evitar el traslado de las ya exhorbitantes cantidades de papel moneda en billetes de 100 y de 50 que son los únicos aceptados en las casas de cambio colombianas.
Pero el hecho es claro: estos bolívares, nominalmente más, en realidad compran menos. Y esto es realmente palpable en los comercios de la zona fronteriza.
Hay otra realidad: mientras el Ejecutivo no implemente una serie de medidas para enfrentar la devaluación y mientras el Banco Central continue la emisión de dinero inorgánico, poco se podrá avanzar en la pérdida del poder adquisitivo de los venezolanos.
Aunque no se ha notado aún una disminución en el número de venezolanos que cruzan la frontera a diario, esta situación es previsible y ha sido objeto de análisis por la Cámara de Comercio de Cúcuta y otros gremios y comerciantes de La Parada por lo que se analizan alternativas.