En la empresa Duncan expenden a diario 100 baterías de carros. Ya existen 42 listas conformadas y apenas despachan la número 11.
A la odisea de adquirir baterías de carros en Maracay, en el estado Aragua; se suma otra angustia para los conductores: no hay el producto por lo que queda de año.
Interminables se hacen las colas y hasta los días para adquirir una batería en la sede de la empresa Duncan en la zona industrial Campo Alegre, al sur de la ciudad. Allí debe cancelar 4.500 Bs. a precio regulado porque en otros comercios o establecimientos expenden la misma batería hasta el 30.000 Bs.
Desde poco antes de salir el sol ya se observan dos conglomerados, pues el primer paso es hacer la cola para lograr anotarse en una lista de 100 personas, el número de baterías que se expende a diario. En resumidas cuentas, una lista implica un día de venta en la empresa.
Efectivos militares se supone que custodian la lista y el orden de vehículos para evitar altercados. Quienes permanecían en la cola aseguraron que hasta un notario permanece en el lugar hasta primeras horas de la mañana.
Anotarse en la lista implica dejar nombre completo, cédula de identidad y número de teléfono mediante el cual se le participa a la persona el día que corresponde asistir para concretar la compra de la batería, no sin antes hacer otra cola desde bien temprano para estar entre los primeros 100 compradores y no pasar todo el día en el lugar esperando turno.
Para concretar la venta, el comprador debe ser el propietario del vehículos, para ello debe mostrar carnet de circulación y título de propiedad.
Hasta este lunes conformaban la lista número 42.
“Están vendiendo a las personas que conforman la lista once y es posible que el año termine con la lista 40, nos estamos anotando en la lista 42 a ver si hay chance o por lo menos quedamos para enero”.
Andrés Muñoz, un médico que se encontraba en la cola para adquirir la batería de su vehículo, trabaja en un hospital de la región y aseguró que se anotaba en una lista “en el aire”, mientras tanto, su vehículo opera con una batería prestada que obligatoriamente tiene que devolver.
“Me voy a quedar sin batería hasta el año que viene, esto es inaceptable, degradante como venezolano y ser humano”.
Para Andrés Muñoz, la situación afecta la economía de quienes quieren y deben trabajar en el país. “Aquí en la cola para lista hay taxistas, camioneros y en mi caso yo debo pedir permiso con mucha anterioridad para que algún colega me cubra la guardia mientras yo hago la cola”.
Pero no es solo la cola para la compra de batería de vehículos, es para la adquisición de todos los artículos de primera necesidad, situación que condenó el profesional de la medicina.
De no conseguir quien le haga la suplencia mientras él resuelve la adquisición de la batería, “simplemente tengo que decidir entre mi carro o mi puesto de trabajo, no sé en que momento llegamos a este punto por tener una economía ficticia”.