Batalla de San Felix

Un día no laborable, por la batalla de San Félix, fue aprovechado para hacer colas de hambre en los supermercados en donde arremete la escasez.

Hace 199 años, un 11 de abril de 1987, se libró en el Cerro El Gallo la batalla de San Félix, liderada por el General Manuel Carlos Piar, para que Guayana quedara libre de los españoles. Aquella contienda duró apenas 30 minutos, pero ahora la batalla de los guayaneses, que lleva más de dos años, está en las colas por la escasez de alimentos, medicinas y otros artículos de primera necesidad.

Con motivo del aniversario de la batalla de San Félix, en Ciudad Guayana el alcalde encargado, Eriberto Aguilera, decretó este día como no laborable. Sin embargo, en lugar de asistir a los actos conmemorativos que todos los años se lleva a cabo en el emblemático Cerro El Gallo, en San Félix, la ciudadanía aprovechó este día libre para ir a por la cacería de los productos que escasean de los anaqueles de abastos y supermercados, hasta en las farmacias.

Mientras en el Cerro El Gallo se realizaron ofrendas, honores, desfiles y la tradicional toma del Cerro El Gallo, en el resto de San Félix y en Puerto Ordaz se apreciaban colas en algunos locales donde había llegado algo,  la gente no estaba muy segura de qué, pero tenían la certeza que alguno de los tantos productos que faltan en su casa.

“Me tocó fin de semana súper largo, como trabajo en una institución pública, ahora los viernes no me toca ir a trabajar y hoy (lunes) también lo tuve libre porque lo decretaron no laborable, pero no los he agarrado para descansar sino para meterme en las colas, porque en la semana no me da chance. Menos mal que he logrado comprar algunas cositas, conseguí arroz, aceite y mi remedio para la tensión”, contó una señora que prefirió no identificarse.

Como ella, habían muchas más mujeres en su misma situación, aprovecharon un día no laborable por una fecha importante para Guayana, para estar horas en una cola; todo sea por conseguir parte de los artículos de la canasta alimentaria.

Para otras, este fue un día como cualquier otro, pues laborable o no, acostumbran a salir hasta los fines de semana a hacer colas si es necesario, para poder llevar los alimentos a sus hogares.

“Yo salgo los lunes y jueves porque por cédula nos toca a mí y a mi esposo. A veces, mientras él está en una loca, yo estoy en otro supermercado haciéndole la cola para otro producto, y así nos vamos surtiendo”, confesó Rita Colmenares.