Efectivos de la Guardia Nacional, representantes del Ministerio de Servicios Penitenciarios y el SEBIN realizaron una inspección en el Banesco en Tocuyito, tras las denuncias realizadas en las redes sociales, en las cuales circulaba la existencia de una entidad bancaria dentro de ese internado judicial de Carabobo, conocido como Penal de Tocuyito.
Durante la inspección, los funcionarios en compañía de las autoridades del centro judicial, presuntamente corroboraron que en el lugar funciona una pizzería, que lleva el nombre del reconocido banco comercial y en dónde un grupo de internos que supuestamente cursan estudios de gastronomía, realizan sus prácticas en materia culinaria.
En el lugar los funcionarios del Sebin, recorrieron las instalaciones del mencionado local, donde se corroboró que solo existen dos hornos donde los privados de libertad cocinan los alimentos como pizza y pan que aprendieron a preparar mediante los cursos de cocina recibidos durante el cumplimiento de su pena.
Presuntamente el lugar fue bautizado con el nombre del banco comercial de parte del grupo de internos, quiénes de manera creativa crearon tipos de pizzas relacionados con los diferentes productos financieros ofrecidos por la entidad bancaria. Luego de la inspección y de determinar que se trataba de una pizzería y no de un banco, los funcionarios retiraron los logotipos de la institución financiera y levantaron un informe, trascendió que este local tenía varias semanas sin funcionar debido a la dificultad para conseguir la materia prima cómo la harina.
Esta acción para muchos ciudadanos está llena de rareza, debido a que al contrastar las fotografías, pareciera más bien que el lugar fue modificado con rapidez, después que a través de la redes sociales se hicieron virales las imágenes del Banesco en Tocuyito, ya que esa situación, dejaba aún más al descubierto la verdadera realidad que existe dentro de los centros penitenciarios de Venezuela, en los cuales los reclusos gozan de mayores beneficios, inclusive que cuando están en libertad, y pueden vivir con más lujos que cualquier persona que trabaje honradamente, todo eso a la vista de las autoridades gubernamentales, que lo único que han hecho, empezando por la ministra Iris Varela, es culpar a la cuarta República de los males existentes en las cárceles venezolanas.