El Banco Central de Venezuela, a través de su directorio, hizo un parte de tranquilidad en el primer día de la crisis del billete de 100 que no se corresponde a lo que se vio en la calle
El presidente del Banco Central de Venezuela, Nelson Merentes, ofreció un balance de tranquilidad y calma al iniciar la aplicación de la medida eliminación del billete de 100 bolívares. Pero en la calle, la verdad era otra.
El primer día del cierre fronterizo y la recolección de los billetes de 100 ordenadas por el gobierno de Venezuela, se desarrolló en medio de un estado de nerviosismo, desinformación y dudas en la zona fronteriza.
Como era previsible, los bancos se mantuvieron atestados de ciudadanos que buscaban depositar los billetes de cien en su poder con el fin enfrentar la medida del gobierno y del Banco Central que ordenó su desincorporación del mercado nacional.
En la frontera el corregimiento de La Parada la mayoría de los locales se encontraban cerrados y el movimiento de vehículos y transeúntes fue escaso.
No tenia sentido de mantener abiertas las puertas si no había compradores.
En los puentes “Simón Bolívar” de San Antonio y “Francisco de Paula Santander” de Ureña en el estado Táchira, se mantenían grupos de personas en ambos lados de la frontera, a la espera de un anuncio “milagroso” que les permitiera pasar.
Algunos venezolanos fueron sorprendidos por la medida, confiados en el horario oficial del paso peatonal que cerraba a las 8 de la noche hora venezolana.
Al momento que, en cadena nacional de medios, el presidente Maduro ordenó el cierre fronterizo, se desplegaron uniformados de la Guardia Nacional Bolivariana quienes procedieron a ejecutar la orden instalando vallas en la mitad de los mismos.
En el día se conocieron denuncias sobre presuntos cobros de hasta 50 mil pesos por persona por parte de uniformados venezolanos para dejar pasar. Y esto no lo reflejó el balance del Banco Central de Venezuela.
Casos dramáticos
Se multiplicaron en Cúcuta las historias de venezolanos que se encontraban con fajos de bolívares que no fueron recibidos en las casas de cambio en Cúcuta. Así, sin dinero, sin alimento y sin refugio pasaron la noche en los puentes.
También la pasaron mal cientos de pacientes renales venezolanos que reciben sus tratamientos médicos en hospitales colombianos.
Ellos se encontraban en las adyacencias de la aduana de San Antonio clamando por una autorización para pasar y recibir su tratamiento.
También se conoció el caso de viajeros venezolanos en tránsito hacia destinos internacionales.
Muchos trajeron confiados bolívares que no pudieron cambiar en Cúcuta y se quedaron con sus maletas y sin dinero para viajar a Bogotá de donde salía su vuelo a diversos destinos.
Trataron, sin éxito, de contactar con el Consulado venezolano en Cúcuta buscando apoyo. Otros pidieron auxilio a familiares en el exterior para un envío de efectivo vía transferencia para sobrevivir los dos días que restan del cierre.
Que los compre el Banco Central
Bajo la conducción del alcalde de Cúcuta, César Rojas, funcionarios de la gobernación, representantes de gremios empresariales, de los cambistas y otros sectores de la sociedad civil analizaron alternativas frente a la crisis.
Tanto el Gobernador del Norte de Santander, William Villamizar, como el alcalde de Cúcuta, solicitaron al Presidente Santos la implementación de medidas de apoyo a la ciudad ante el nuevo cierre.
Entre las medidas propuestas el alcalde Rojas solicitó al Banco de la República, Banco Central colombiano, la compra de los billetes de 100 bolívares represados en territorio colombiano por las medidas y en poder de las casas de cambio.
Esto representaría un monto de auxilio por el orden de los mil 500 millones de pesos y evitaría las pérdidas en balance que hoy tienen en expectativa a estos negocios en la frontera colombiana.