Bachaqueo en Venezuela ahorca a consumidores con precios de pañales por encima del 900%
El bachaqueo en Venezuela se afianza y con ello, el desangre del presupuesto familiar. Y es que el sistema económico impuesto por la escasez de productos regulados, aumenta tras anuncios como el posible cierre técnico de la empresa trasnacional Kimberly Clark por falta de materia prima que asegure la producción.
Trabajadores de la trasnacional con sede en la zona industrial San Vicente, en Maracay, anunciaron a finales de mayo la paralización de 6 de las 9 líneas de producción, lo que afectaba a mil empleados directos y el cese en la producción de 33 millones de pañales al mes.
Este lunes, nuevamente los trabajadores alzaron su voz de protesta en defensa de sus puestos laborales, pues aseguran que solo quedó en funcionamiento la línea de producción de toallas sanitarias.
El bachaqueo en Venezuela se aprovecha de la situación aún y cuando se supone que la Sundde extrema medidas en la venta de artículos como pañales. A pesar de que se expenden exclusivamente por orden terminal de cédula, con partida de nacimiento en mano y talla del pañal acorde con la edad del niño; abunda la reventa con sobreprecios del producto que raya en el 900 % sobre el precio justo determinado por la Superintendencia para la Defensa de los Precios Socieconómicos (Sundde).
Como ejemplo, en el ajuste de precios de los productos de higiene personal, publicado el 21 de mayo a través de la providencia administrativa Nro 053 y que fueron corregidos mediante providencia Nro. 054, del 4 de junio; el costo de un paquete de pañales talla XG de 32 unidades es de Bs. 537. El bachaqueo en Venezuela vende el producto en 5.000 bolívares, mientras que el de 44 unidades cuyo precio regulado es de 670 bolívares, se expenden en 7000 bolívares. Esto representa, en el primer caso, un tercio del salario mínimo, casi la quincena de un trabajador sin mayores beneficios. En el segundo caso, prácticamente la mitad del salario.
La situación de Kimberly Clark, empresa encargada de la producción de las marcas Huggies, Kotex, Kleenex, Scott, Plenitud y Poise; parece ir directo al cierre técnico y con ello el desespero de mujeres y madres venezolanas en la búsqueda desesperada de toallas sanitarias y pañales.
En el caso de las toallas sanitarias, según la providencia de la Sundde, el paquete de 8 unidades es de 114 bolívares, pero el bachaqueo en Venezuela lo lleva a Bs. 1.500.
Trabajadores de Kimberly Clark se apostaron frente a la empresa para anunciar que no aceptarán el cierre técnico, pues solo en Maracay son 800 trabajadores afectados.
Daysi Rodríguez, trabajadora de la empresa, refirió que desde el 2015 comenzó el declive de la empresa, la paralización de líneas de producción. Temen el cierre arbitrario y con ello, la inestabilidad psicológica que afecta al grupo familiar.
“La situación es desesperante. No vamos aceptar el cierre técnico. En contra de nuestra voluntad nos otorgaron permiso remunerado, pero nos están desmejorando nuestros beneficios laborales como bonos, desmejoras de salarios, HCM, bonos de asistencia, producción, entre otros”.
La empresa no ha emitido pronunciamiento oficial. Mientras la situación afecta a los trabajadores, el resto de la población continúa en la búsqueda de los pocos productos regulados que se consiguen en el mercado tras largas colas, pero que fácilmente se consiguen mediante el bachaqueo en Venezuela.