Los maestros de “Fe y Alegría” quieren un sueldo digno por lo que exigen un aumento salarial.
La educación nuevamente salió a la calle, la grave crisis económica que atraviesa Venezuela no le permite sobrevivir pues los maestros siguen siendo los peores pagados en el país, por eso un grupo de docentes de “Fe y Alegría” se volcaron a las calles para exigir un aumento salarial.
En Zulia cientos han sido los profesores que con pancartas han cerrado las calles y en coro gritan la solicitud de aumento salarial, y la de los maestros de “Fe y Alegría” no fue la excepción; una de las maestras presentes en la manifestación alega que ni siquiera tiene dinero para poder hacer mercado.
“Es merecido que tengamos un salario justo porque la situación nos está agobiando”
“La lista de nuestras necesidades es larga, estamos ya en vacaciones y ni siquiera tenemos un bolívar para poder disfrutarlas, necesitamos que el gobierno nacional dé una mirada a la educación en Zulia”, sentencia Rivero.
Los maestros de esa institución hacen un llamado de atención directamente a Jorge Arreaza, quien, aseguran les prometió cumplir con las diferentes reivindicaciones laborales como la homologación del aumento salarial del 2016.
“A Jorge Arreaza queremos recodarle la situación que se está presentado a nivel educativo en todo el país, la promesa que hizo de hacernos llegar los pagos de las deudas pendientes porque nosotros tenemos muchísimas necesidades y también es prioritario que nos aprueben la jubilación de los trabajadores”, sentencia Rivero.
Asimismo Rivero precisa que en esa institución hay aproximadamente 70 profesores esperando la aprobación de la jubilación, sin embargo, llevan meses esperando respuesta por parte del Ministerio de Educación.
“Queremos cubrir nuestras necesidades prestaciones sociales, aumentos salariales, las diferencias de homologación, necesitamos que se haga la cancelación completa”, manifiesta Rivero.
Precisan que sólo se ha cumplido una pequeña parte de la deuda, sin embargo, el salario de quienes ejercen está noble profesión, bajo una inflación de un 700%, un sueldo mínimo es insuficiente.