El aumento de sueldo a profesores universitarios se devuelve íntegro al gobierno, porque casi al unísono del incremento, modificaron la Ley de Impuesto sobre la Renta, generando esta burla a los profesionales.
Los sueldos de los profesores universitarios en Venezuela fueron aumentados el pasado mes de septiembre el 100%, pero el gobierno decidió que todos los trabajadores deben pagar el Impuesto Sobre la Renta por su salario, que en el caso de estos docentes, llega a 140 o 150 mil Bs. anuales, lo que hace que el equivalente al incremento tengan que devolverlo íntegramente al gobierno, en tributos.
El salario de los profesores universitarios ronda hoy en día alrededor de los 50 mil Bs. mensuales, cifra que según la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM), no es ni una tercera parte de lo que costaba la cesta básica familiar en diciembre de 2015, situada entonces en 139 mil 273 Bs.
Ante esta situación, muchos profesores universitarios han tenido que endeudarse para pagar el impuesto al gobierno, porque lo que devengan cada mes por sueldo se les va en los consumos básicos y cuando llega el momento de hacer frente al impuesto deben recurrir a préstamos. Así lo explicó el presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad Nacional Experimental del Táchira –Apunet-, Pedro Morales.
Recientemente, el gobierno de Nicolás Maduro reformó la Ley de Impuesto Sobre la Renta –ISR- para incluir con carácter de obligatoriedad el pago del tributo a todos los trabajadores, incluyendo pagos por conceptos de bonos de vacaciones y fin de año, así como las bonificaciones empleadas en la recreación y ocio familiar, lo que conlleva a reintegrar el aumento de sueldo de manera íntegra al Estado.
“A pesar de los sueldos tan bajos, que obligan a miles de profesores universitarios en Venezuela, con doctorados y estudios de muy alto nivel, a irse del país por lo insoportable de sobrevivir con sueldos ínfimos, no se niegan a pagar impuestos”, dice Pedro Morales, pero explica que es preciso que estos aranceles sean ajustados a la realidad.
“Se trata de que le estamos devolviendo el dinero del supuesto aumento al gobierno en Impuesto Sobre la Renta y, aparte, pagamos el Impuesto al Valor Agregado. Así no nos queda ni para comer”.