Demandan la apertura de la frontera binacional mientras políticos y gremios rechazan la venta de gasolina cobrada en pesos.
Una total apertura de la frontera y no un corredor vehicular en Ureña, exigen voceros de Colombia y Venezuela ante la pretensión del gobierno venezolano de vender combustible en pesos. Esta decisión del gobierno de Nicolás Maduro pone en aprietos al de su colega Juan Manuel Santos.
La piedra en el zapato es ahora la decisión unilateral de Venezuela de abrir dos estaciones de servicio en el municipio fronterizo de Ureña para el expendio de gasolina a vehículos colombianos y pago en bolívares.
A esto se suma la improvisación con la que Maduro maneja las relaciones binacionales, en este caso al establecer el cobro de la gasolina en pesos sin ningún tipo de consulta o acuerdo previo con los colombianos.
Esta situación, entre otras cosas, le está produciendo problemas políticos internos a Santos por la oposición de las autoridades de Cúcuta a que se abra un corredor vehicular fronterizo entre la ciudad y Ureña para la venta de la gasolina y exigen la apertura de la frontera.
El rechazo de las fuerzas vivas de la ciudad fronteriza, tanto del gobernador del Norte de Santander, William Villamizar, como del alcalde de Cúcuta, César Rojas, apoyados por gremios diversos, ha venido manifestándose públicamente con fuerza.
Los colombianos han dicho: si se va abrir el tránsito vehicular fronterizo que se haga de manera total y no parcial. Y esta posición la avala el propio alcalde de Ureña, Alejandro García, quien incluso solicitó del gobierno de Santos una posición más firme frente al tema.
“Si van abrir el paso para los vehículos que esto nos beneficie tanto a los que estamos de este lado como los que están al lado colombiano de la frontera. Que se haga una apertura fronteriza total”.
Vielma: todo está listo
El gobernador del Táchira, José Gregorio Vielma Mora, ha manifestado desde el 2 de enero que todo se encuentra listo para la implementación de la medida y que incluso el gobierno de Colombia, está a días de aprobar el corredor fronterizo vehicular. La declaración de Vielma ha generado roncha entre las autoridades cucuteñas al punto que la Cancillería de ese país ha tenido que salir al paso de la declaración afirmando que su gobierno nada ha decidido sobre esta materia.
El gobernador del Táchira explicó que el corredor vehicular fronterizo en Ureña consiste en un área para el tránsito de vehículos colombianos hasta las dos estaciones de servicio autorizadas para la venta en pesos de gasolina y gasoil, “La 95” y “La Laguna”.
Según Vielma, los vehículos colombianos atravesarían el puente Santander que une a Cúcuta con Ureña, harían la cola para cargar combustible y retornarían a Colombia sin ingresar a la población fronteriza venezolana.
Ante las críticas sobre la presunta ilegalidad del corredor y la venta de combustible en pesos, Vielma ha dicho que “esta medida es totalmente legal: la derecha lo rechaza porque no aportan nada al país”.
Gasolineros en quiebra
La preocupación también la manifiestan los expendedores colombianos de combustible en el Norte de Santander. María Eugenia Martín, representante de este gremio lo ha dicho rotundamente: “si se vende gasolina en pesos en Ureña y en la frontera venezolana, vamos a quebrar”. Reconoce que los precios del combustible venezolano son atractivos para el consumidor de Cúcuta por lo que exigió del gobierno colombiano acciones contundentes para evitar el cierre de las estaciones de servicio.
Preocupadas están también las autoridades de la Alcaldía de Cúcuta. El problema se debe a que el municipio cobra un impuesto, la sobretasa a todas las compras de combustible.
“A raíz del cierre de fronteras esta tasa pasó de mil 200 millones de pesos al año a 7 mil millones, por lo que, al permitirse la compra de gasolina venezolana, la alcaldía perdería muchos recursos para inversión en obras sociales”, aseguró el alcalde encargado Mauricio Franco.
Las autoridades fronterizas colombianas también temen el incremento de males contra los cuales han venido teniendo éxito como lo es el contrabando de combustible. “Tememos que este sea un problema que con el corredor fronterizo de Ureña se reactive”.
Que se abra toda
Ante la presión de las fuerzas vivas en Cúcuta, la improvisación del gobierno de Maduro y sus propios problemas internos, el gobierno de Santos analiza las opciones que tiene. Se habla incluso de implementar un subsidio directo a la gasolina colombiana en la zona de frontera para hacerla competitiva con la venezolana.
Carlos Luna, presidente de la Cámara de Comercio de Cúcuta, indicó que “no tiene sentido la venta de gasolina venezolana en pesos si la frontera está parcialmente cerrada”. Considera que se debe normalizar el intercambio comercial entre ambos países. “Que el comercio fluya y sea legal el intercambio entre ambos países. Hasta ahora el único beneficiado de esto es el contrabando”.
Los voceros de la frontera, tanto venezolanos como colombianos coinciden en esto: a nadie le sirve una frontera medio abierta. Quieren una apertura de la frontera total.