Tras los anuncios de dolarizar o incrementar en bolívares el precio de la gasolina en la zona fronteriza, en el caso del Táchira lo que hay es confusión con órdenes y contra órdenes del gobierno regional y nacional, y la realidad es que se está vendiendo a los mismos precios del resto del país y las colas no son muy largas en esas poblaciones, pero persisten.
En San Antonio del Táchira y Ureña, ciudades que juntas son llamadas la frontera más viva de Sur América por su dinámica con Colombia, luego del aumento del precio de la gasolina decretado por el presidente Nicolás Maduro, no se ha vendido combustible a precio internacional. Eso no ocurre desde hace meses, al cerrar el paso hacia Colombia estas bombas funcionaron unos pocos días y cerraron porque no habían compradores.
Abiertas las nacionales
Pedro Guerrero quien despacha en una estación de servicio que está a poco metros del puente internacional Simón Bolívar, dijo que luego del aumento del combustible hubo tendencia a formarse colas, pero este miércoles no eran muy largas, aunque se mantienen: “En 10 a 15 minutos la gente puede surtirse, porque están abiertas las tres estaciones de servicio nacionales que existen en San Antonio del Táchira, además no pasa de unos 18 carros la cola, porque como el puente está cerrado no hay más cola. Antes sí eran de cuadras y había muchísimo control para vender, así que la gente de aquí casi ni podía comprar gasolina”.
Aumento especial
El gobernador del Táchira José Gregorio Vielma Mora propuso el pasado fin de semana aumentar el precio de la gasolina en la zona fronteriza un 200 %, sobre el aumento general que se decretó para el resto del país, pero este valor sería para las estaciones de servicio del Sistema de Abastecimiento Fronterizo Especial de Combustible (Safec).
Mientras que desde el gobierno nacional en voz de Eulogio Del Pino, ministro de Petróleo y Minería, se anuncia el despacho de combustible en la frontera en dólares y pesos, pero no explicó cómo será el procedimiento para cobrar en moneda extranjera, lo que creo incertidumbre entre los pobladores de la zona fronteriza, donde la mayoría de la población aspira se defina la situación.