El debate sobre el acceso a las medicinas y la crisis de salud en Venezuela contó con la participación de los propios afectados. Sin embargo, el oficialismo calificó esto como un «show».
Este martes en la sesión ordinaria de la Asamblea Nacional estuvieron presentes familiares de pacientes para participar de manera directa en el debate sobre la crisis de salud en Venezuela.
Richard Medina, padre de un niño de 3 años que murió de cáncer en el Hospital Militar pidió que no se politice la salud, pues su hijo no eligió entre una opción (política) u otra.
«Hay personas que están luchando por sobrevivir. Hagan un esfuerzo para que la muerte de mi hijo no sea en vano», pidió desde la tribuna de oradores del hemiciclo de sesiones de la Asamblea Nacional.
El diputado José Manuel Olivares, quien además es médico oncólogo, dijo que el cáncer no espera ni por los gobiernos ni por las divisas, por lo que hizo un llamado al Ejecutivo a tomar medidas en este sentido.
También ofreció su testimonio el joven John Pérez, cuya madre falleció en diciembre del año 2014 en el Hospital Clínico Universitario por falta de insumos.
Ante la presencia de estos ciudadanos y la oportunidad que se les dio para hablar en la sesión, los diputados de la bancada del Gran Polo Patriótico, consideraron que se trató de un «show».
Carmen Meléndez dijo que «no es cristiano hacer política con el dolor de los demás», mientras que Ricardo Molina insinuó que se les había obligado a asistir. Los familiares presentes en los balcones le gritaron «abusador». También rechazaron con gritos y consignas las declaraciones del diputado Víctor Clark, quien señaló que la oposición no tenía disposición de solucionar el problema, pues no había aprobado el decreto propuesto por Maduro en el cual, según él, se planteaba impulsar la industria farmacéutica en el país.
El diputado Luis Lippa (MUD) resumió en un frase lo medular: Hay que solucionar el problema. Se nos está muriendo la gente.