El diclofenaco, el antinflamatorio de uso veterinario que causó la práctica extinción de los buitres en el subcontinente indio en la década de los 90, sigue poniendo en riesgo las poblaciones de estas necrófagas en España.
La campaña “No seas buitre, déjame serlo a mí”, puesta en marcha por SEO/BirdLife, WWF España, SPEA, Vulture Conservation Foundation y BirdLife Europe continúa en marcha sumando firmas de ciudadanos y otras entidades para lograr la retirada del diclofenaco veterinario del mercado.
El grupo de música Amaral no ha dudado en apoyar desinteresadamente la campaña cediendo su voz y guitarra en un nuevo vídeo que explica por qué es necesario dejar de autorizar el medicamento.
“Nos sumamos a esta campaña con la esperanza de que los organismos encargados de terminar con esta grave amenaza para el ecosistema tomen cartas en el asunto, ahora que estamos a tiempo de evitarlo con un sencillo gesto. Para que nunca dejemos de admirar el vuelo de, por poner un ejemplo, los buitres negros en la Sierra de Guadarrama. Imponentes amos y señores de las alturas”, declaran Eva Amaral y Juan Aguirre.
Este gran apoyo llega cuando todavía está pendiente que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) resuelva si sigue autorizando o no el uso veterinario del diclofenaco en España. “Las evidencias sobre la mesa urgen a prohibir el uso del diclofenaco. Una reciente investigación, en respuesta a un requerimiento de la propia AEMPS, concluyó que cada año podrían morir en torno a 6.000 ejemplares de buitres leonados en el país como consecuencia del diclofenaco, Eso supone un declive anual del 7%”, afirma Juan Carlos Atienza, responsable de Gobernanza Ambiental de SEO/BirdLife.
La última carta recibida el pasado octubre de El Defensor del Pueblo respondiendo a la queja tramitada por SEO/BirdLife y WWF España en relación a la falta de información que las ONG solicitaron a la AEMPS, reitera la postura de esta institución basada en el principio de precaución como ya hizo en su informe anual de 2016 cuando solicitó al MAPAMA y a la AEMPS la retirada de los medicamentos con diclofenaco para uso veterinario.
Ahora, las argumentaciones son más contundentes, llegando incluso a solicitar al MAPAMA que asuma su responsabilidad como “principal autoridad a nivel estatal encargada de la protección de la biodiversidad en España, y habilitada para instar, motivadamente, la actuación de la AEMPS cuando advierta que procede en aplicación del principio de precaución y actuar sobre determinados medicamentos que suponen un riesgo para la población de aves necrófagas con la finalidad de conservar las poblaciones en un estado favorable y recuperar las de aquellas especies que estén catalogadas como en peligro de extinción o vulnerables”.
“Las pruebas son ya evidentes como se ha comprobado en el último estudio del MAPAMA que demuestra la presencia de cadáveres con diclofenaco al alcance de buitres silvestres», afirma Luis Suárez, responsable del Programa de Biodiversidad de WWF España.
Las ONG recuerdan que prohibir el diclofenaco no tendría efectos negativos sobre la gestión sanitaria del ganado ni sobre la economía de los ganaderos ya que existen alternativas igual de eficaces y con un similar coste económico. En el mismo estudio del MAPAMA se reconoce al meloxicam como un antiinflamatorio seguro para los buitres y se plantea como una alternativa para usar en el ganado que pueda ser consumido por aves necrófagas.
Bajo la campaña “No seas tú el buitre” SEO/BirdLife y WWF piden el apoyo de la ciudadanía a través de la recogida de firmas en banvetdiclofenac.com para prohibir el uso veterinario del diclofenaco en España.
INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA:
La mala fama de los buitres es absolutamente inmerecida. Son auténticos sanadores de la naturaleza.
Situados en la cúspide de la cadena trófica, eliminan con su dieta necrófaga la amenaza de enfermedades que surgen durante la putrefacción de los cadáveres. Son, por tanto, esenciales para mantener la salud del entorno y la nuestra. Sin ellos, las patologías podrían llegar incluso a las fuentes de agua y afectar a multitud de seres vivos.
Son además grandes aliados de los ganaderos, no sólo por limpiar el campo, sino porque evitan el tratamiento e incineración de miles de toneladas de restos animales cada año. De esta manera, se ahorran millones de euros en gestión de residuos y se impide la emisión de cientos de miles de toneladas de CO2 anuales, en beneficio de todos. Se convierten así en unos magníficos aliados frente al cambio climático.
Sin embargo, los buitres están desapareciendo de forma alarmante.
En los últimos 30 años, el número de buitres en África occidental ha descendido en un 95% fuera de las áreas protegidas.
En la actualidad, el 75% de todos los buitres caminan de un modo u otro hacia la extinción. 16 de las 23 especies que viven en el planeta están amenazadas.
En la década de los 90, el 99% de los buitres del subcontinente indio despareció. Poco a poco, las poblaciones de India, Paquistán, Nepal o Irán van recuperándose, aunque están lejos de los números del pasado.
En la Unión Europea, la mayor parte de los buitres –por encima del 80%- se ubican en España, aunque también Portugal e Italia cuentan con poblaciones. Son, fundamentalmente, buitre negro y buitre leonado, a los que se unen otras aves necrófagas como el alimoche o el quebrantahuesos.