La Iglesia Católica se ha visto afectada por la escasez y la hiperinflación en Venezuela, la infaltable hostia para la comunión, ha tenido que ser suprimida esta Semana Santa del sacramento por el alto costo de la harina para elaborarlas.

Algunos centros religiosos se han visto obligados a no repartir el objeto simbólico que significa un ritual de la celebración de la eucaristía y en otros casos han tenido que recibir donativos de algunos feligreses para poder costear el rubro con el que se elaboran.

“La feligresía nos está haciendo llegar el pan sagrado importado desde Miami y Houston ante la situación que se presenta con la preparación”, dijo el padre Ovidio Duarte, párroco de la parroquia San Antonio María Claret de Maracaibo, estado Zulia.

Informó que en las parroquias más humildes no podrán ofrecer las hostias en las comuniones durante la consagración en estos días.

“En algunas iglesias han tenido que partirlas hasta en cuatro pedacitos para poder atender la demanda de los asistentes los domingos”, explicó.

Comentó que a parte de esta problemática, la gente no tiene como viajar en vacaciones como lo hacía antes por el alto costo del transporte urbano.