Colón y sus casi 200 mil pobladores se encuentran en una alerta sanitaria, pues, están a punto de entrar en una epidemia producida por la acumulación de basura en sus calles y avenidas, aseguran que esto es producto de la incapacidad de alcaldesa bolivariana María Malpica para prestar el servicio.
La crisis originada por la falta de unidades para la recolección de desechos sólidos y el mal manejo en el vertedero local, es calificada por los coloneses como su principal problema en atención gubernamental.
La temporada de lluvias está proyectada con niveles similares a los de la vaguada del año 2010 y eso sumado a la inercia del Gobierno municipal, abre las puertas al aceleramiento de una posible epidemia.
El vertedero de basura de Colón está colapsado y no hay unidades para la recolección de basura y lo peor, es que no hay voluntad política para enfrentar la anomalía tal como lo denuncian sus habitantes.
“Aquí la basura nos va a comer, no hay quien la recoja”
“Un pipote lleno de basura puede pasar hasta un mes en el frente de las casas y no se lo llevan, porque aquí no funciona ese servicio, entre otros tantos…, a los niños ya les pica la piel y todos los frentes están llenos de moscas por lo mismo, esas son las únicas que visitan los barrios porque la alcaldesa de aquí se olvidó de nosotros”, afirma Gladys Suarez, habitante de Colón.
Posibles soluciones
Ante la situación de alerta sanitaria en el municipio Colón, diferentes ambientalistas se pronunciaron al respecto con el fin de buscar alternativas ante la inconsistencia en la recolección de desechos. Uno de ellos es Gustavo Carrasquel, coordinador de la Fundación Azul Ambientalista, quien propuso seleccionar y trabajar en una comunidad piloto, para demostrar en 90 días que con un programa de concientización ecológica la ciudadanía puede aprender a vivir sin producir altos volúmenes de basura.
“Ya no se trata de tirar la basura sino de separarla, por ello se deben enseñar alternativas sustentadas por los sectores públicos y privados”
“Estas deben ser sostenidas por los pobladores, que permita decirle al Gobierno que sí se puede vivir sin el problema originado por su acumulación y mala disposición en las calles y avenidas”, sentencia Carrasquel.
Sobre las condiciones de colapso por las que atraviesa el vertedero municipal Carrasquel remarcó que el lixiviado o líquido que se genera de la acumulación de basura es altamente tóxico y corre por el mismo sin ningún control.
“Allí está patentizado un abandono total y la salida en lo inmediato sería su cierre definitivo”
Esto por su puesto acompañado de planes educacionales que integren al colectivo sin distingos, a la par de ir construyendo un relleno sanitario como lo requiere una comunidad como esta”, finaliza Carrasquel.