En Maracay cada quien carga su botella, cantimplora o cualquier envase para transportar el agua porque en la calle no se consigue ningún tipo de presentación mineral.
Desde las botellitas de 250 ml hasta los galones de cinco litros están desaparecidos de los anaqueles de supermercados y neveras de panaderías. Los maracayeros deben enfrentar el calorón de la Ciudad Jardín a fuerza de jugos naturales o bebidas gaseosas que después de una ausencia en diciembre, comenzaron a aparecer en el mercado con nuevo precio, exorbitante para muchos, irremediable para otros.
Manuel Agostino, encargado de una panadería, indicó que los proveedores no le despachan agua mineral con la misma frecuencia que hace 8 meses, aunque mantiene los mismos pedidos ante la gran demanda. «Cuando me llega agua mineral no es ni la cuarta parte de lo que pido”.
“El proveedor no trae agua mineral aunque me despacha otros productos, me asegura que para la empresa no es rentable mantener el precio del agua mineral que está regulada y hasta el envase de plástico es mucho más caro, casi el triple, del precio que debe venderse» comentó el comerciante.
Sobre el agua potable que también se expende en la panadería, dijo que son muchas las empresas que ahora le despachan pero que no todas son confiables. Ha tenido devoluciones y reclamos porque clientes aseguran que el agua viene con residuos en los botellones de 18 litros.
Ante la escasez del agua mineral muchos establecimientos expenden el producto al triple del precio marcado. Es así como la presentación de 250 ml marca 4,46 bolívares y cuando se consigue los comerciantes piden hasta 30 Bs. por esa presentación. Según la Superintendencia de Precios Justos, el agua mineral de 600 ml cuesta 10,54 bolívares, sin embargo, en eventos donde se congregue gran número de personas, vendedores ambulantes piden hasta 150 bolívares por
Botellones vienen a nuevo precio
El botellón de agua potable cuesta 200 bolívares pero comerciantes aseguran que viene para nuevo precio y se ubicará en Bs. 250.
Ante las condiciones en las que llega el agua a Maracay, donde olores fétidos y colores que se alejan del principio de las propiedades del líquido, los maracayeros usan el agua potable para cocinar y beber.
Cada vez se hace menos accesible pagar los costos de cada botellón, por lo que se hacen largas colas en los llenaderos de pozos profundos.
Desde el llevadero de San José, Yaneiris Piña aseguró que cada dos días llena su botellón, por lo que se ahorra no menos de Bs. 600 a la semana, un promedio de Bs. 2400 al mes. “Esto siempre está full, pero hay que ahorrar el dinero porque ya un botellón en la calle cuesta 200 bolìvares”.
Alejandro Del Valle tenía 8 botellones por llenar y desde la cola señaló que si tendría que comprar los botellones por fuera gastaría un promedio de 3.200 bolívares a la semana, por lo que viaja desde el sector San Carlos, al sur de Maracay, hasta el llevadero de San José porque asegura que “la masa no está para bollos”.