Inicialmente, eran 300 los pasajeros venezolanos varados en el Aeropuerto Internacional de Miami.
Frente al mostrador Santa Bárbara Airlines (SBA), en el Aeropuerto Internacional de Miami hay más de 70 venezolanos varados con sus maletas envueltas en plástico azul que han tenido que convertir el terminal aéreo en un hotel improvisado durante la última semana.
Adultos mayores, niños de 5 años y jóvenes quedaron a la deriva en Miami después que la aerolínea cancelara los vuelos diarios que tenía planeados del viernes 8 al martes 12 de septiembre por el paso del huracán Irma por la Florida. Las cancelaciones no solo afectaron a la aerolínea venezolana, sino a todas las que volaban desde estado. American Airlines canceló 600 vuelos el viernes, 830 el sábado, 875 el domingo y 240 el lunes.
La particularidad de los pasajeros de Santa Bárbara que son Venezolanos varados en el Aeropuerto Internacional de Miami es que no han contado con una buena coordinación y ayuda. Por ello, se ven obligados a permanecer en el aeropuerto por varios días, lo cual representa un costo económico importante para ellos, debido a que deben comer en los pasillos, gastando los pocos ahorros que les quedan, dormir en el piso y hasta a asearse como pueden en los baños de la terminal. En un principio, eran 300 pasajeros varados, pero la mayoría ha logrado comprar pasajes en otras aerolíneas.
“Tenemos pacientes hipertensos, diabéticos, a quienes se les ha acabado el tratamiento”, aseguró Gillyan De Terán, quien debía haber salido el viernes 8 en la tarde. “Estamos en una situación precaria y además no nos podemos ir para ninguna parte porque si nos vamos, perdemos el lugar en la cola”.
En determinadas ocasiones la aerolínea logra abrir espacios en sus vuelos y entonces avisa a los pasajeros que están frente al mostrador en el Aeropuerto Internacional de Miami. Por eso los pasajeros que no han logrado subir a un avión o pagar pasajes con otras aerolíneas han tenido que acomodarse en el lugar.
Venezuela cada vez más aislada
La fuga de aerolíneas en el país, hizo que Venezuela esté cada día más aislada del resto del mundo. En los últimos dos años, al menos 10 líneas aéreas abandonaron el suelo venezolano. De 34 vuelos al exterior, quedan 11 semanales.
La última en retirarse de manera repentina fue Avianca. De acuerdo con los representantes del sector aeronáutico y turístico, está era la aerolínea que ofrecía mayor cantidad de conectividad en América Latina y Europa.
Los argumentos de las aerolíneas concluyen en tres importantes aristas: en primer lugar, la deuda en dólares que sostiene el Gobierno con ellas desde hace años, motivo que impulsó a Tiara Air, Alitalia, GOL, Lufthansa a suspender sus actividades. Luego, la falta de seguridad, causa alegada por Air Canadá, una de las primeras en irse en el año 2014, y la misma Avianca, y finalmente, la baja demanda, más la crisis económica, señalada por Latam Airlines, Aeroméxico, United Airlines y Delta Airlines.
Otras operadoras sobreviven a todas estas adversidades, pero restringen su día a día. Vale destacar que Aerolíneas Argentinas ordenó hace un año que las tripulaciones hagan pernocta en Bogotá y no en Caracas. Asimismo, denunciaron que el aeropuerto de Maiquetía no está apto para operar. Iberia estableció República Dominicana como lugar para pasar la noche, y los pilotos de Air Europa exigieron a su compañía organizar que el descanso no ocurra en Venezuela, el país más inseguro y violento de la región.
La agencia AFP explicó que el éxodo de las aerolíneas internacionales inició en 2014 cuando los precios del petróleo empezaron a derrumbarse. “Esto ocasionó una sequía de dólares que el Gobierno monopoliza desde 2003 mediante un control de cambios y la acumulación de deudas con las aerolíneas”.
“Desafortunadamente está desconectándose del mundo en cuanto a la conectividad aérea se refiere” aseguró, Peter Cerdá, vicepresidente regional de la IATA