Tres ex ministros de salud piden mediante carta pública que la Organización Panamericana de la Salud se pronuncie por la crisis de malaria en Venezuela
Este miércoles se lleva a cabo la celebración del 55° Consejo Directivo de la Organización Panamericana de la Salud y en la agenda está incluida la discusión del Plan de Acción Para la Eliminación de la Malaria (PAPLEM) 2016-2020, razón por la que los doctores José Félix Oletta, Rafael Orihuela, Pablo Pulido y Carlos Walter, exministros de salud enviaron carta pública a esa instancia para que se conozca sobre la crisis de malaria en Venezuela.
En la comunicación explican, además de la grave situación ante la crisis de malaria en Venezuela, las dificultades que trae la escasez de medicamentos antimaláricos.
Se espera que la delegación venezolana del Ministerio del Poder Popular para la Salud, que está incluida para participar en la actividad reciba la misma información.
Advierten los expertos que la expansión de la malaria en Venezuela pone en peligro al resto del Continente, especialmente a los países fronterizos de Venezuela, y amenaza con revertir los logros del PAPLEM , si este problema no es atendido oportunamente y con el apoyo y cooperación internacional de la OPS-OMS.
Solicitudes por la crisis de malaria en Venezuela
Los ex ministros solicitan revisar los indicadores que ha registrado Venezuela en su lucha contra la malaria pues no aparece entre los países que alcanzaron los logros propuestos.
Ante esta realidad proponen; redoblar los esfuerzos dirigidos a la prevención, la vigilancia, la detección temprana de la malaria y la contención de brotes de esta enfermedad en diversos contextos programáticos
De igual manera piden que se dupliquen los esfuerzos para lograr el acceso universal a un diagnóstico de la malaria inmediato, certero y de calidad, seguido de tratamiento rápido con medicamentos antimaláricos eficaces.
En la carta solicitan de manera inmediata optimizar los esfuerzos para fortalecer los sistemas de salud (incluida la planificación estratégica, el seguimiento y evaluación, las investigaciones operativas, entre otras cosas) y la capacidad de los países de afrontar sus respectivos desafíos en relación con la malaria en forma tanto pertinente como adecuada.