Con salarios irrisorios, elevada inflación y la no cancelación desde hace dos meses del Bono de Alimentación, los empleados del sector salud en el Táchira están pasando hambre.
El secretario de Organización del Sindicato Único Nacional de Empleados Públicos, Profesionales y Técnicos del Sector Salud (Sunepsas) explicó que a la grave crisis asistencial del Táchira se suma la aguda situación que presentan los trabajadores del sector, quienes sufren agresiones constantes por parte de pacientes desesperados y violentos que no pueden satisfacer sus requerimientos básicos de servicio, porque no hay cómo atenderlos.
“Además el salario, para muchos, no llega ni a sueldo mínimo y el ticket de alimentación con el que se puede comprar el equivalente a unos pocos almuerzos para la familia, tiene dos meses sin ser pagado”.
La situación afecta a todos los empleados adscritos a la Corporación de Salud del Táchira, que es el organismo que dirige el sistema médico asistencial del fronterizo estado de Venezuela.
Les deben, de acuerdo Óscar Martínez, el bono de alimentación de los meses de enero y febrero, por lo que exigen al gobernador del Táchira José Gregorio Vielma Mora y al presidente de la Corporación de Salud, Freddy Prato que se avoquen a atender la crisis y agilicen los trámites correspondientes a la cancelación de la bonificación correspondiente a los empleados del sector, porque la situación es insoportable, asegura.